Multitudinario apoyo a la reivindicación minera, que finaliza en Villalba su 17ª etapa
Como no podía ser de otra manera, ‘Santa Bárbara bendita’ retumba con más fuerza en los túneles oscuros que no se resisten a los mineros, como hoy en el de Guadarrama. La Marcha del Carbón ha atravesado esta mañana en su décimo séptima etapa el túnel de 3,2 kilómetros evitando así las mayores cuestas del puerto del mismo nombre, en la etapa en la que las columnas de la Marcha han sido más largas que nunca.
Los mineros salieron de San Rafael a las siete de la mañana, con un frio que no se había sentido así antes, en dirección al túnel, que tronó con la canción de la patrona de los mineros y, antes, con algún petardo y gritos de ‘Si esto no se arregla, guerra, guerra, guerra’ o ‘Soria, ya estamos aquí…’. Media hora larga de trayecto bajo tierra por una de las tres galerías paralelas, cerrada al tráfico para el paso de la Marcha. Prácticamente a la salida del túnel, los mineros pisaban ya suelo madrileño.
Las gentes de la Comunidad Autónoma de Madrid han resultado solidarias y entregadas con las reivindicaciones de los trabajadores del carbón. A las nueve de la mañana, en la parada de descanso y avituallamiento realizada a las afueras de Guadarrama, en la que no faltó ni la música de las gaitas, cientos de personas recibieron a los mineros, con los que ya caminaba desde la salida un grupo de acompañantes, entre ellos una representación importante de compañeros del SOMA-FITAG-UGT.
Y es que hoy la mayor parte de los apoyos no estuvieron solo aplaudiendo y animando al pie de la carretera, que también. Gracias a la multitud que se sumó al caminar de los mineros asturianos y leoneses, la Marcha del Carbón fue hoy más larga que nunca. Unas 2.500 personas, según las estimaciones, acompañaban a la Marcha a la entrada a Villalba, destino de la etapa.
En señal de agradecimiento por haber caminado tras de ellos, algunos más de 10 kilómetros, los mineros hicieron al final de la etapa un pasillo para los acompañantes. Ocho minutos en los que por en medio de la formación a dos columnas de los 160 mineros de la Marcha del Carbón, no dejó de pasar y pasar gente, entre gritos de apoyo y un sentido ‘Madrid entero, se siente minero’.
A pie de calle, apoyos también. Algunos llegados desde Asturias y León, familiares, amigos, compañeros… Otros habituales, como Santi el minero motero que no falta ni un día a su cita para animar a la Marcha del Carbón y que hoy pasó con su moto por el pasillo que formaron los mineros. ‘Es el que más se lo merece’, comentaban. Algunos desde las alturas, como el bombero del parque de Villalba, gritando desde la torre al paso de la Marcha que ellos están con los mineros también. Al igual que las trabajadoras de un centro residencial de mayores, que salieron a la calle a aplaudir.
Momentos casuales y emotivos, como el hombre que envía un saludo emocionado para el abuelo de Cristian Menéndez, uno de los integrantes de la Marcha, tras descubrir que fue el protagonista de una historia de represión relacionada con las huelas del 62 que conoció por un reportaje de televisión.
En resumen, un día muy emocionante, como explicaba Jorge Expósito, otro minero del SOMA-FITAG-UGT que camina desde Mieres: ‘En las primeras etapas, los recibimientos eran muy emocionantes, estábamos en territorio minero e imaginábamos que según fuéramos avanzando todo se iría enfriando, pero lo de hoy ha sido increíble, tanta gente apoyándonos’.
La capital y el Ministerio de Industria están cada vez más cerca. Mañana lunes los mineros caminarán hasta Aravaca y el martes por la tarde entrarán en Madrid. En busca de una solución, tienen claro que no cejarán en su justa reivindicación de que se cumpla el Plan del Carbón que el gobierno firmó con los sindicatos y después refrendó Europa. Por sus empleos, por los compañeros que permanecen encerrados y por el futuro de los territorios mineros.