28 de abril – Día internacional de la Salud y la Seguridad en el Trabajo
Desde el SOMA-FITAG-UGT queremos que nuestras primeras palabras, en este día tan señalado para el movimiento sindical, sean para mostrar nuestro más sentido pesar a los y las fallecidos y fallecidas como consecuencia de esta grave pandemia que nos está afectando, así como a sus familiares, y en especial a aquellos trabajadores y trabajadoras que perdieron su vida en primera línea de actuación, combatiendo esta situación que nos asola.
El día 28 de abril de cada año se celebra el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, que nace como una campaña internacional de sensibilización y denuncia para promover el trabajo seguro saludable y decente, al mismo tiempo que también recordamos la memoria de los trabajadores fallecidos, heridos y enfermos, que están detrás de las estadísticas de accidentes y enfermedades laborales que suponen una lacra social.
El año pasado, al recibir el Premio PREVER, decíamos que para nosotros siempre ha sido muy importante la vigilancia de la salud de los trabajadores, destacando entidades con un reconocido prestigio como es el Instituto Nacional de Silicosis, centro de referencia nacional; y por otra parte señalábamos y denunciábamos nuestra preocupación por situaciones tan dramáticas como los fallecimientos en accidentes de trabajo.
Deben tomarse medidas para erradicar esta lacra, porque la precariedad mata, y esto es algo que no podemos permitir. En 2019, se produjeron en España 695 accidentes mortales; pero lo más preocupante es que hay estadísticas que dicen que 7 de cada 10 accidentes mortales en el trabajo se pueden evitar solo con el cumplimiento de la normativa de prevención.
Por primera vez, desde el Gobierno se habla de siniestralidad laboral con preocupación, pero pedimos ir un paso más allá: Hay que dotar de más efectivos a la inspección de trabajo para fortalecer sus actuaciones e incrementar las sanciones antes de que sea demasiado tarde.
Como decíamos, las estadísticas nos demuestran que en el año 2019 ha habido menos accidentes laborales que en el año 2018, o que en los dos primeros meses del año 2020, con una bajada en relación al año anterior ente el 4% al 7% en accidentes con baja o sin baja, siempre hablando a nivel nacional. Pero no podemos obviar que, en relación a la causa de bajada en los accidentes sin baja, se deben en gran medida al endurecimiento de los criterios de las Mutuas colaboradoras de la Seguridad Social que vienen manteniendo desde la gran crisis económica del 2008.
En relación con los accidentes mortales y graves, como decíamos, la estadística en España han fallecido más de 600 trabajadores y en Asturias más de una decena; y lo que más nos preocupa es que en los dos primeros meses del año 2020 la cifra de muertes se situaban en 120 un 29% más que los meses de enero y febrero del año 2019, donde, en Asturias, ya hemos sufrido tres.
En cuanto a las enfermedades profesionales, el registro nos da algo más de 700, cifra que consideramos no se ajusta al número de casos reales, ya que hay situaciones de enfermedades profesionales encubiertas como enfermedades comunes; lo que nos lleva a una lucha continua por el reconocimiento de las mismas.
Desde el SOMA-FITAG-UGT, siempre hemos defendido que la salud laboral forme parte indisociable de la salud pública (ya en el año 2000 hemos propuesto la cartilla de salud laboral); y que el mantenimiento de un sistema económico no prime la obtención de beneficios empresariales frente a la salud de los trabajadores, que no haya reducción de inversiones en prevención de riesgos laborales, precisamente cuando se cumplen 25 años de la aprobación de la LPRL; en definitiva, que no sea esta parte de un negocio, si no de un derecho.
La articulación de la respuesta sindical, en las medianas y pequeñas empresas, para hacer llegar a todos los trabajadores sus derechos, dentro de un entorno institucional de actuación pública, pasa fundamentalmente por potenciar la inspección de trabajo dotándola con más personal, ya que, en la actualidad, tenemos las ratios más bajas de número de inspectores por población ocupada en Europa.
En estos momentos en los que estamos inmersos en atajar a este virus cruel, que nos complica a todos, ya no solo en nuestras relaciones sociales, en nuestras vivencias personales, si no también en el marco del trabajo, nos han de servir de punto de reflexión. El marco de relaciones laborales va a cambiar, y nos tendrán al lado de quienes propongan que los derechos de los trabajadores han de mejorar, ya no solo sus condiciones económicas si no de garantías a un trabajo seguro y saludable. Para ello, en el SOMA-FITAG-UGT tenemos los medios adecuados, que no son ni más ni menos que la implicación de nuestros representantes sindicales en los comités de seguridad, y de los delegados y delegadas, tanto de prevención laboral, como de seguridad minera, que se esfuerzan cada día en proponer medidas que implementen y garanticen los derechos de los trabajadores en materia de seguridad y salud laboral.
“Este virus lo paramos unidos”