En el reciente Homenaje a Manuel Llaneza lo recordamos: hay que ir más allá de la aplicación del convenio de la empresa matriz; hay que legislar para que las empresas no puedan subcontratar su actividad principal.
Para el SOMA-FITAG-UGT, siempre ha sido una constante la búsqueda de la dignificación de las condiciones laborales, especialmente degradadas tras la reforma laboral del Gobierno de Mariano Rajoy; y en esa línea es bienvenida la propuesta que del Ministerio de Trabajo que recoge nuestra posición respecto a la proliferación de la subcontratación.
La subcontratación debe regularse, y uno de los hitos más importantes de esa regulación es la propuesta que está encima de la mesa de obligar, a la empresa principal, a contratar a los empleados de la subcontrata, autónomos o colaboradores, si ve que trabajan en la misma actividad, cuestión que hace tiempo que desde el SOMA-FITAG-UGT venimos peleando por la proliferación de empresas auxiliares en los sectores en los que este Sindicato tiene representación, que son contratadas para hacer las mismas labores que la empresa principal, aumentando la temporalidad y precariedad, y disminuyendo el empleo fijo.
Creemos que es el momento de recuperar públicamente una propuesta que hemos planteado en muchas negociaciones en los distintos ámbitos sectoriales: hay que legislar para que las empresas no puedan subcontratar su actividad principal, lo que supondría la contratación directa del personal en la empresa matriz, que a su vez evitaría incremento de la precariedad laboral, cuestión esta que hay que erradicar.
Una precariedad laboral que además de salarios bajos, trae consigo inseguridad y perdida de la estabilidad emocional, con una reducción de la seguridad laboral e industrial, lo que supone un riesgo más para estos trabajadores y es la causa directa de los altos índices de siniestralidad en algunos sectores.
Denunciamos que es un sistema perverso que se disfraza y sustenta sobre el argumento de la competitividad y que ha llegado a generar lo que conocemos como subcontratación en cadena, llevando a empresas con cierto tamaño y estabilidad empresarial a subcontratar, para que luego esta subcontrata a su vez, vuelva a hacerlo, terminando, en algunos casos, realizando las tareas empresas, de nula solvencia, viniendo incluso de otros países, donde los trabajadores son sometidos a un régimen de explotación con salarios indignos y en condiciones de seguridad mínimas; y nos encontramos que la inspección de trabajo no cuenta con los medios suficientes para conseguir erradicar completamente estas prácticas abusivas.
Por ello, pedimos valentía al Ministerio de Trabajo, y le manifestamos públicamente el apoyo de SOMA-FITAG-UGT, para que tenga la voluntad política de emprender este camino. Será un camino duro, pero desde el gobierno existen empresas públicas con las que pueden dar ejemplo, y comenzar a implementar estas actuaciones. Seguramente que el resto de sectores productivos seguirán ese camino.