En el día de hoy, tras varios días de múltiples noticias contradictorias, hemos conocido la dimisión del Ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria López.
Desde el SOMA-FITAG, lamentamos profundamente que un Ministro del Gobierno de España, un Ministro del Gobierno del PP, haya utilizado un mecanismo de ocultación de fortunas, que conlleva opacidad en las actividades, y evasión de impuestos.
A mayor abundamiento, al respecto, desde el SOMA-FITAG, tenemos que decir, que lo consideramos como el «peor Ministro del ramo de la historia», pues ni sabía de Industria, ni de Comercio, ni de Turismo, y mucho menos aún, de minería o de energía.
Y a los hechos nos remitimos.
En la forma, porque durante el tiempo que hemos tenido que mantener contactos con él, y sus colaboradores, hemos sido tratados con desdén, con prepotencia, con una total falta de sintonía y lealtad, y lo que es peor, nos ha mentido sistemáticamente, parece ser esta una de sus grandes «virtudes».
Y en el fondo, porque de todo lo que habíamos pactado en el último Plan de la Minería, no solo no lo ha cumplido, en cuanto a ayudas al sector, que se encuentran en una situación extrema por sus decisiones: a la producción, al hueco térmico y su correspondiente mecanismo de garantía de suministro, a la fiscalidad, que conocemos como «céntimo verde», a las inversiones en I+D+i, ligadas a la captura y almacenamiento de CO2, dejando pudrirse un proyecto, que además era extensible a otra comunidades, como es la CIUDEN, o la falta de apoyo a la minería en su conjunto. Y solo son un ejemplo.
A los que habría que añadir, los fondos dedicados a los territorios mineros, bien incumpliendo sentencias firmes, bien no dotando de consignación presupuestaria suficiente, para compromisos adquiridos en el acuerdo firmado, es decir, un permanente acoso al sector de la minería, desde diferentes estrategias y ámbitos, pero con el mismo objetivo: liquidarlo.
Nos hemos sentido discriminados hasta el infinito, porque han sido múltiples la ayudas a diferentes sectores: automóvil, turismo, planes exportadores, etc., a las que no tenemos nada que decir, al contrario, siempre consideramos que debería ser así, defender nuestra industria, pero con coherencia, y en condiciones de igualdad.
O el rescate del almacén Castor, que aún estamos sorprendidos de la agilidad para pagar la indemnización que no dudamos sea legal, pero es curioso cuando menos. O a las eléctricas, y sus CTC, si ni tan siquiera exigirles, más allá de mecanismos legales, contraprestaciones razonables en cuanto al uso del carbón nacional.
Son tantas las desconsideraciones que ha tenido con los sectores que representamos, que no podemos por más que señalar, que esta dimisión, llega tarde, dada su inutilidad manifiesta, él mismo la debería haber presentado hace tiempo, y no eximimos de la responsabilidad evidente del Presidente del Gobierno, por mantenerlo, reforzarlo, y no cesarlo.
De todos modos, queremos mirar hacia adelante, y esperamos que las reuniones que estamos manteniendo estos días con diferentes grupos del nuevo arco parlamentario, referidas al sector de la minería, en las que hemos tenido buenas sensaciones, se plasmen en breve en hechos, que garanticen la estabilidad del sector, y disipen las incertidumbres que lo acechan, para lo cual sería deseable que hubiese un gobierno receptivo a la compleja problemática de aquel, interlocutor serio, que cumpla con los compromisos, existentes, y otros que pudiéramos acordar, y que adoptara las medidas oportunas para que todo ello llegue a buen puerto.
Os adjuntamos Comunicado de prensa del SOMA-FITAG.