Un almacén estratégico de material sanitario y medicamentos, en un pozu mineru, podría ofrecer las condiciones de estabilidad necesarias para albergar las futuras vacunas frente al COVID-19.
Desde el SOMA-FITAG-UGT queremos, en primer lugar, reconocer el trabajo y el esfuerzo de quienes con su trabajo diario contribuyen a que superemos esta pandemia. Asimismo, trasladar nuestro más sentido pésame a las familias y allegados de los fallecidos.
Hemos conocido que las farmacéuticas Pfizer y BioNTech han anunciado una vacuna contra el coronavirus, con un 90% de efectividad en la prevención de la enfermedad durante los ensayos científicos. Si se confirman estos datos, previsiblemente, a finales de año se podrían distribuir unos 50 millones de dosis, de las que España pretende adquirir de 20 millones de dosis.
Dicho esto, una de las cuestiones fundamentales que se están poniendo encima de la mesa es la adecuación de la logística de distribución, entrega y conservación, y la necesidad de contar con una cadena de frío que permita temperaturas de -70º C, para poder gestionar su almacenamiento hasta seis meses.
Y así, con la idea de atender esta problemática, algunas compañías ya han iniciado su carrera para la construcción de “freezer farms” (granjas congeladoras), con, al menos, dos proyectos conocidos en Holanda y EE.UU. “Granjas” que contendrán una multitud de elementos capaces de congelar a -70ºC, y almacenar millones de dosis de vacunas contra el COVID-19. Así mismo, se pretende aumentar esta red e instalar congeladores adicionales en Sudamérica, Alemania y el Reino Unido.
Desde el SOMA-FITAG-UGT, venimos impulsando la necesidad de crear un almacén estratégico de material sanitario y medicamentos, aprovechando las estructuras subterráneas de un pozo minero que pueden ser adaptadas como almacenes de alta seguridad, y, ahora, pensamos que se puede dar un paso más, y complementar dicha reserva estratégica, con una “freezer farm” en un pozo minero.
Desde hace mucho tiempo, la extracción de carbón por subniveles necesitó de la inyección de nitrógeno, a temperaturas cercanas a los -70ºC, para enfriar las capas. La inyección de dicho nitrógeno se hace desde un depósito exterior, a través de conducciones especificas hasta los subniveles donde se explotaba el carbón, o aprovechando la red de aire comprimido que recorre toda la estructura de un pozo minero. Así pues, lo más costoso y problemático, como es la red de distribución ya estaría construida, y la infraestructura (pozo minero), solo necesitaría de adaptación.
Por otra parte, la continua implementación de medidas de protección frente a explosiones en la mina, lo que se denomina “protección ATEX”, permite la construcción sencilla de salas que posibilitarían una rápida y sencilla ejecución de ubicaciones perfectamente asimilables a las “freezer farms”; con lo que tendríamos otro elementos fundamental en esta cadena logística, a lo que debemos añadir las posibilidades inigualables, de los pozos mineros, como infraestructura para almacenes de alta seguridad.
Hemos señalado, en repetidas ocasiones, que son necesarios nuevos métodos y medidas, como la creación de una reserva estratégica de productos sanitarios esenciales, para afrontar los nuevos retos y situaciones a los que estamos expuestos como sociedad; y que para el SOMA-FITAG-UGT, la reindustrialización de las comarcas mineras es una causa de estado, por lo que, una vez más, y con respecto a la creación de una reserva estratégica de productos sanitarios y medios para afrontar catástrofes, volvemos a insistir en que la empresa HUNOSA dispone de terrenos y edificios que pueden utilizarse como base de una de una de esas reservas.
En este momento en que ya vemos que las compañías de logística han comenzado a dar los primeros pasaos y a realizar inversiones, creemos convencida y firmemente en la necesidad de que se instale en Asturias, en el Pozo Santiago, una reserva estratégica de material sanitario, medicamentos y equipos; a lo que se puede unir una infraestructura para albergar vacunas para afrontar la pandemia COVID-19.
La dura situación en la que nos encontramos está suponiendo un cambio, un refuerzo en la prevención de catástrofes y cómo afrontarlas. Es evidente que la pandemia está cambiando nuestra sociedad, nada volverá a ser igual en nuestras relaciones sociales o económicas, a la vez que supondrá un cambio en las estrategias de los países para afrontar emergencias de cualquier tipo o la lucha contra la actual o futuras pandemias. Asturias y en especial las comarcas mineras tienen que estar en primera línea de esa nueva estrategia de refuerzo de las capacidades europeas y nacionales de respuesta a emergencias, y desde el SOMA-FITAG-UGT no vamos a cejar en el empeño.