El SOMA-FIA-UGT confía en que el gobierno flexibilice su postura sobre el volumen de carbón a consumir por las térmicas y que Carbunión mejore el número de incorporaciones
La propuesta sindical presentada en la Comisión de Seguimiento del plan de la minería y reactivación contempla el acuerdo sobre la normativa que desarrolla el plan y su puesta en marcha. El SOMA-FIA-UGT confía en llegar a un consenso sobre el volumen de carbón nacional que deberán consumir las centrales térmicas durante el próximo año. La federación ha solicitado al gobierno una postura más flexible y una interpretación más fiel de la redacción del plan, ya que la proposición del Ministerio de Industria reduce la cantidad asignada a la garantía de suministro en un 10% sobre los 10,1 millones de toneladas que figuran en el compromiso y filosofía acordados en el propio plan, plasmados también en el apartado 7º del compromiso adoptado los días 4 y 5 de octubre por el grupo de trabajo permanente, formado por representantes de la Comisión de Seguimiento.
El secretario general del SOMA-FIA-UGT, José Ángel Fernández Villa, ha advertido de que el recorte influiría negativamente en la reducción de los stocks de carbón de las empresas mineras y ha mostrado su inquietud por que esta propuesta a la baja se deba a nuevas presiones de las compañías eléctricas. El sindicato ha demandado al Ministerio de Industria que tramite con la máxima urgencia la resolución por la que se fijan las cantidades de carbón, el volumen máximo de producción y los precios de retribución de la energía para evitar colocar al sector en una nueva situación de inestabilidad. Además, la federación ha abogado por prolongar el marco temporal del real decreto que regula las ayudas para garantizar el suministro del carbón autóctono hasta 2014.
Las incorporaciones en la minería privada son otro de los aspectos contemplados en el documento. El SOMA-FIA-UGT considera insuficiente la propuesta de contratación de 340 trabajadores presentada por Carbunión, muy por debajo del compromiso adquirido en el plan, que estipula que la cifra de incorporaciones será la resultante de aplicar la denominada fórmula 9/4, es decir, que por cada 9 trabajadores que abandonen la actividad por prejubilación, se realizarán 4 nuevas incorporaciones. El sindicato confía en que la disposición de la patronal a mejorar su propuesta permita alcanzar un acuerdo en cuanto a las plantillas.
Para la federación, el acuerdo sobre incorporaciones es de vital importancia, no sólo por la necesidad de reforzar las plantillas de las empresas mineras, menguadas en los últimos ejercicios por haberse producido más prejubilaciones de las previstas, sino porque en este complicado contexto económico, abre posibilidades de empleo para muchos jóvenes en unas comarcas especialmente afectadas por el paro y la crisis.
La celebración urgente de una reunión monográfica sobre reactivación ha sido otra de las demandas expuestas. El sindicato ha solicitado al Ministerio de Industria toda la documentación necesaria para analizar la gestión de los fondos mineros, incluidos datos sobre el volumen total de recursos disponibles, los recursos restantes y los recursos existentes entre convenios, acuerdos firmados y pendientes de firmar, con su distribución por comunidades autónomas. El documento también deberá especificar el volumen de recursos de los proyectos presentados unilateralmente, así como información detallada sobre la complementariedad de las comunidades autónomas y el 30% de libre disposición de los ayuntamientos.
A partir de las conclusiones que se extraigan en ese análisis, la propuesta sindical plantea la convocatoria de las diferentes mesas regionales de reactivación con el fin de priorizar los proyectos. El SOMA-FIA-UGT ha insistido en la posibilidad de crear un grupo de trabajo que estudie nuevos modelos de gestión de los fondos mineros, de modo que se analicen las deficiencias del actual y se introduzcan los cambios precisos para optimizar y agilizar su gestión.
El Ministerio de Industria también ha presentado una serie de consideraciones, de carácter político, que deben mantenerse a la hora de valorar y defender el sector de la minería del carbón, tanto a nivel nacional, como comunitario, con el objetivo de modificar el contenido de la Decisión de 10 de diciembre del Consejo, que establece el año 2018 como fecha de cierre del sector. El SOMA-FIA-UGT considera que la continuidad de la actividad extractiva debe quedar garantizada más allá de cualquier fecha concreta y que la Decisión debe adaptarse al contexto energético actual, recoger las necesidades de la política energética nacional y de la UE para mantener una producción mínima de carbón, que garantice la seguridad de abastecimiento energético.
El sindicato ha planteado la necesidad de modificar, «en un ejercicio de soberanía nacional», los porcentajes de reducción de ayudas al sector que plantea la Decisión del Consejo Europeo hasta 2018 (disminución del 25% en 2013, del 40% en 2015, del 60% en 2016 y del 75% en 2017), y recuperar el artículo 5 del anterior reglamento, que prevé las ayudas para el acceso a reservas, para facilitar la amortización de las fuertes inversiones que las empresas han realizado durante los últimos años y que estas alcancen niveles de competitividad.
La federación ha subrayado la importancia de adquirir un compromiso para desarrollar la negociación de un nuevo acuerdo que dé continuidad al actual a partir del 1 de enero de 2013. Teniendo como referencia los anteriores y aprovechando la experiencia acumulada, el nuevo plan debe corregir los defectos que hayan existido e introducir elementos innovadores suficientes para lograr el tan deseado cambio estructural de las comarcas mineras.
El SOMA-FIA-UGT es consciente de la dificultad del proceso de negociación, en el que se han producido cambios de opinión en algunas de las partes, pero ha destacado su confianza en que el respeto y la voluntad de los implicados haga posible llegar a un acuerdo que resuelva con fidelidad los aspectos contemplados en la globalidad del plan vigente. No obstante, la federación también ha advertido de que si el sector no tiene la producción firmada, el volumen de plantilla no responde a las necesidades y los niveles de suministros pactados no se garantizan (los tres pilares básicos para el funcionamiento de la minería), de nada servirá hablar en el futuro de reserva estratégica del carbón.
El SOMA-FIA-UGT ha mostrado su preocupación ante las pretensiones de disimular la realidad de que el plan es un todo: sectorial, social y reactivación; y ha recalcado que después de las ingentes cantidades de recursos pactadas, el cambio de la estructura socioeconómica de las comarcas mineras no se aprecia con la intensidad suficiente. El sindicato ha hecho hincapié en que seguirá defendiendo la continuidad del proceso de reactivación en las comarcas mineras para crear nuevas oportunidades para los jóvenes, asentar población y mejorar la calidad de vida, un compromiso territorial que esta organización viene impulsando y manteniendo desde hace tres décadas.
Concluida la intensa sesión de la Comisión de Seguimiento a últimas horas de la noche, las partes convinieron en mantener una nueva reunión para desbloquear las diferencias pendientes, aunque el secretario general del SOMA-FIA-UGT ha expresado sus dudas de que se trate de un intento de ganar tiempo y que la convocatoria se dilate hasta pasadas las elecciones generales del 20 de noviembre.